martes, 1 de febrero de 2011

El hombre de mi vida

Cuando camina gira levemente el pie derecho hacia fuera, como yo, bueno no, yo como él. Es alto y con buena planta, el pelo castaño claro, los ojos marrones, una nariz importante y los labios finos. Siempre sonríe. Recuerdan que de pequeño jugaba a tirarse piedras con sus amigos y que montó un drama hasta que no le compraron una espada de madera. De jovencito se iba hasta Pernpinyà para ver películas porno y después volvía a casa contando alguna de sus historias.
Así era con 35 o 36 años. Ahora, rondando los 60, me lo imagino con un poco de barriga, seguramente calvo, pero sin perder su encanto y atractivo. Así me gusta imaginármelo. Comprensivo, divertido, de confianza, una de esas personas con las que sabes que puedes contar.
Lo echo de menos. Es curioso pq no lo conozco. Se puede querer tanto a una persona de la que apenas tienes recuerdos? Yo digo que sí. Es posible incluso sentirla y tenerla presente cada día de tu vida.

4 comentarios:

  1. Però què bonic...
    Erica, és preciós
    Gallina de piel

    :_)

    Helena

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  2. leñe aspis que me has hecho llorar... qué bonito... estaría muy orgulloso de ti, estoy segura!

    Cristina

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  3. Me has emocionado...Has dicho tanto con tan poco...Me ha encantado

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  4. No hay recuerdos más dolorosos que aquellos que no se han vivido. Siempre lo he pensado y creía que era una friki, pero no estoy sola! Precioso texto.

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