Intentando volver a tomar las riendas
de este blog, que es una muestra de mi inconstancia y falta de
inspiración. Hecho grave dedicándome a la comunicación y por estar
rodeada de actividades y gente interesante casi todas las semanas.
De hecho, es inevitable que me apetezca
hablaros de proyectos que he conocido a través de mi trabajo. Quizá
algunos hayan leído lo que he escrito en Time Out, pero otros lo
descubrirán de cero.
En esta nueva etapa que espero que sea
fructífera, pero que no prometo que lo sea, me gustaría hablaros de
Your Lost Memories,
una iniciativa que me sorprendió y enamoró a partes iguales.
No hace falta que explique nada de todo
lo que está pasando ahora con los niños robados y la lucha de
muchas madres por saber qué fue de sus hijos y recuperarlos.
Salvando muchísimos las distancias, este proyecto quiere devolver a
sus legítimos dueños las cintas de 8 mm que han ido comprando y
encontrando por mercadillos y tiendas de segunda mano de medio mundo.
En su web van colgando fragmentos de
estas cintas de video con la esperanza de que, unos u otros,
reconozcamos a alguien de esas cintas o que al menos podamos dar
alguna pista, sobre todo de lugares. No me digáis que no es
emocionante? Además, no nos vamos a engañar a estas alturas, todos
tenemos un punto de voyeures.
A parte de adquirirlas en muchos
mercadillos, Your Lost Memories tiene por medio mundo colaboradores
que les hacen llegar cintas o incluso particulares que conocen la
iniciativa y les apetece colaborar. Cuando hablé con ellos para
escribir el texto de la revista me dijeron que estaban un poco
colapsados y que tenían un centenar de cintas todavía por
digitalizar.
Y sí, les pregunté si habían
encontrado cosas raras y confesaron que sí, que en los años 60 ya
había aficionados al porno casero. Lógicamente esas cintas no se
digitalizan ni se cuelgan en la web, lo que encontrareis allí suelen
ser momentos familiares, bodas, cumpleaños, vacaciones... momentos
entrañables, la verdad.
Porqué aunque hay gente que se deshace
de las cintas porqué las considera un estorbo, hay otros que las
pierden en mudanzas y demás jaleo, por lo que la alegría es tremenda. ¿Quién
quiere deshacerse de sus buenos recuerdos? De los malos es otra historia.
Pero la cosa no acaba aquí, hay directores de renombre
como Isabel Coixet que han utilizado el archivo de cintas de Super 8 de
Your Lost Memories para hacer montajes especiales que también se pueden ver en la web.
Por sorprendente, el proyecto que cautivó, por lo que os invito a echarle un ojo a la web
de esta “oficina virtual de recuerdos perdidos”.