sábado, 2 de octubre de 2010

Próxima estación...

Recupero un texto que escribí hace años, pero que creo que no ha perdido el sentido :D


Las pantallas del metro lo anuncian: 8.07. Llego tarde un día más. Espero en el andén nerviosa, como si con eso ganara algo. La gente baja las escaleras corriendo, el tren ya llega y respiro hondo.
Se abren las puertas y huele a viernes, a llegada de verano. Todos los asientos ocupados, me agarro a la fría barra de hierro y mi mano roza otra, la tuya. Te disculpas, alzo la mirada y me encuentro con tus ojos, negros, profundos.
No sé el tiempo que estaremos frente a frente porque no sé en qué parada te bajarás. No me importa que notes que te miro. Tu pelo negro húmedo de la ducha madrugadora que te habrá acabado de despertar. Camiseta blanca de manga corta, tejanos y bambas rojas. Mochila. Quizás te vayas fuera el fin de semana, o vayas al gimnasio por la tarde, o vengas de pasar la noche fuera de casa. Los cascos de tu mp3 en las orejas y los cables que acarician tu cara, la barba de tres días y los dientes que revelan una sonrisa preciosa. ¿Por qué sonríes? Te has dado cuenta de que te miro. Noto el calor en mis mejillas incontrolable. Me estás sonriendo, se me escapa una sonrisa tímida y miro al suelo. Pienso en ponerme a leer pero el poco espacio a mi alrededor no me deja. Ahora eres tú el que me mira, te sacas uno de los cascos y pienso que me vas a decir algo, pero no. Das dos pasos, caminas hacia la puerta, has llegado a tu parada, a mi me quedan cuatro. Se cierran las puertas, el tren se pone en marcha. A través de la ventana veo como caminas hacia las escaleras, me miras. El tren entra en el túnel.
Te espero el lunes en el andén aunque tenga que volver a llegar tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario